Estudiantes de cuarto año de la Licenciatura en Trabajo Social de la Facultad de Ciencias y Humanidades de la Universidad de El Salvador realizaron un foro académico sobre el «Impacto actual de los movimientos sociales» en el país.
El Mtro. Miguel Ángel Gutiérrez, coordinador de la carrera, resaltó la trascendencia de los movimientos sociales como esfuerzos organizados que buscan provocar cambios sociales y políticos reivindicativos. Enfatizó que estos movimientos surgen de la necesidad de abordar injusticias y desigualdades que afectan a diversos sectores de la sociedad.
Gutiérrez señaló que «los movimientos sociales también nos enseñan la importancia de la resistencia y la perseverancia en el camino hacia el cambio, que no es fácil ni rápido». Resaltó la lucha constante que enfrentan estas agrupaciones, donde «encuentran resistencia de quienes se benefician del statu quo y, a menudo, deben superar grandes obstáculos». Sin embargo, el coordinador destacó que «a través de la solidaridad, la organización y la persistencia, los movimientos sociales pueden lograr importantes cambios y transformar nuestras sociedades».
La panelista Mtra. Nubia Lazo, comunicadora y feminista, profundizó en la defensa de los derechos humanos desde la perspectiva de los movimientos sociales. Subrayó que estos movimientos tienen una causa justa y un interés genuino de posicionar aquellos aspectos de la sociedad que no están funcionando adecuadamente.
Lazo enfatizó el papel de los movimientos sociales en desafiar las estructuras de poder establecidas y las narrativas dominantes sobre cómo debe ser la sociedad. Además, la panelista destacó que «en la actualidad, las personas tienen miedo de hablar y decir que pertenecen a una organización, a una asociación o que hacen trabajo de activismo, porque ese estigma que se generó entre los años 1970 y 1980 nos sigue persiguiendo hasta ahora». Afirmó que «los movimientos sociales son una forma de cuestionar no solamente la hegemonía política, económica, religiosa y social, sino los poderes que están detrás de ella y que constituyen, al final, la manera en cómo se nos dice que deben ser las sociedades en la práctica».
Por su parte, el Lic. Julio Ulloa, teólogo y ambientalista, exploró la trayectoria de los movimientos religiosos y sus influencias o ausencias. Señaló que, en la actualidad, los movimientos religiosos con vinculación política han disminuido considerablemente en comparación con épocas pasadas, lo que sugiere, está relacionado con intervenciones extranjeras destinadas a frenar el movimiento de la teología de la liberación en la región.
«En la actualidad quiero decirles que los movimientos religiosos con vinculación política han menguado bastante, y quiero resaltar ciertas características o elementos que han provocado eso, que no sea la misma reacción que tenía la religiosidad en el pasado en las épocas de los 60 y 80… los documentos desclasificados de Santa Fe por la CIA en 1980 nos indican que ha habido una intervención extranjera para detener el movimiento de unidad que había en el país y en América Latina con relación al pensamiento religioso denominado teología de la liberación», expresó Ulloa.
El Lic. Patricio Pineda, fundador de la Mesa para una Pensión Digna, resaltó la importancia de los movimientos sociales, como el sindical, en la transformación de la realidad nacional. Destacó el uso del enfoque de los recursos de poder por parte de las organizaciones sociales desde 2017 como un nuevo dilema que puede cambiar la realidad de la sociedad.
Pineda presentó: «El enfoque de los recursos de poder es una construcción conceptual académica elaborada en diálogo con personas sindicalistas y líderes de movimientos de la sociedad civil, para su aplicación práctica. La idea es que las trabajadoras y los trabajadores evalúen sus recursos de poder, identifiquen sus capacidades y hagan una elección estratégica que les permita una transformación para alcanzar sus objetivos».
Describió que «el poder estructural refiere a la posición de las personas asalariadas en el sistema económico; el poder asociativo resulta de la asociación en organizaciones obreras políticas o sindicales; el institucional es el resultado de luchas y procesos de negociación que instituyen normas e instituciones; y el social está definido por la cooperación con otros y la capacidad del discurso».
La Licenciatura en Trabajo Social en la UES nace a iniciativa del personal docente de la Escuela de Trabajo Social en mayo de 1999. Actividades como este foro académico reafirman la formación de profesionales con fundamentación humanista, teórico-técnico-metodológica y con un marco axiológico sólido que contribuye al desarrollo de las potencialidades e iniciativas de las personas, grupos y sectores poblacionales, posibilitando la construcción de opciones y alternativas tendientes a la promoción y transformación de la realidad.