Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, desde El Universitario se conversó con académicas y académicos que compartieron algunas de las acciones realizadas dentro de la institución para erradicar este flagelo.
Es prohibido olvidar que el 25 de noviembre de 1960 las hermanas Patricia, Minerva y María Teresa Mirabal fueron asesinadas por oponerse a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, en República Dominicana.
Para conmemorar y reconocer la valentía y la lucha de las Hermanas Mirabal, como son conocidas, se propuso establecer el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, esto en el marco del primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Bogotá, Colombia en 1981, pero fue hasta 1999 que la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró oficialmente esta fecha conmemorativa.
En el país, específicamente la Universidad de El Salvador se convierte en un espacio de conmemoración, pero también en un actor clave que asume el compromiso de lucha contra la violencia de género y la defensa de los derechos humanos de las mujeres. Es por ello que académicas y académicos de la UES exponen parte del trabajo y las acciones que se llevan a cabo en esta casa de estudios.
Son numerosos los esfuerzos que se desarrollan desde la UES, pero antes de mencionarlos, la Licda. Georlene Rivera, coordinadora del Centro de Atención Integral a Mujeres en Situación de Violencia (CAI), reflexiona sobre los aspectos en los que se basa la violencia contra las mujeres, y señala dos elementos fundamentales que son la discriminación y la réplica de patrones estereotipados de género. “Estos dos elementos son la base fundamental de la concepción de la violencia”, afirmó Rivera.
Agregó que la violencia hacia las mujeres es una construcción histórica basada en las diferencias sociales que se les ha atribuido a los sexos, es decir la predominancia de lo masculino sobre lo femenino, y donde se coloca a la mujer en una situación de inferioridad.
Por su parte, el Msc. Danilo Ramírez, director ad honorem del Centro de Estudios de Género (CEG) de la UES, afirmó que la violencia contra las mujeres “no es natural, es un constructo social aprendido a través del patriarcado en el cual hemos ido creciendo”, y ese mismo patriarcado es el que “ha ido dándole nuevas connotaciones y ha ido enmascarándolo a través de micro machismos”.
En ese sistema patriarcal al que se refieren, tanto Rivera como Ramírez, existen ciertos tipos de violencia tipificados en la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia contra las Mujeres, entre éstas se encuentra la violencia física, psicológica y emocional, económica, patrimonial, simbólica, política, sexual y feminicida; además de la violencia cibernética que aún no está incluida en la normativa.
Por lo tanto, el director del CEG llamó a la necesidad de sensibilizar a las mujeres sobre la violencia de género, identificarla y posteriormente hacer la denuncia.
Acciones para la eliminación de la violencia contra las mujeres en la UES
En ese compromiso de erradicar la violencia hacia las mujeres, desde la UES se han realizado diferentes acciones formativas y de sensibilización que permiten identificar los diferentes tipos de violencia, conocer los derechos humanos de las mujeres, cómo defenderlos y dónde acudir en caso de ser violentados. Entre estas acciones destacan congresos, foros, campañas, talleres, conversatorios, concursos sobre el tema, cursos, diplomados, investigaciones, entre otras acciones; muchas de estas iniciativas se realizan en coordinación con organizaciones de mujeres y feministas.
Pero hay iniciativas de mayor peso e impacto en la comunidad universitaria, muchos de estos son proyectos que han dado como resultado la creación de espacios que son una respuesta a los casos de violencia contra las mujeres que se han identificado y denunciado.
Uno de ellos es la creación del Centro de Atención Integral a Mujeres en Situación de Violencia (CAI), donde se brinda asistencia jurídica. El centro se fundó en la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales, con el apoyo de la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local, en el marco del proyecto “Ciudades Inclusivas y Libres de Violencia para las Mujeres”.
También está la creación de la Ventanilla Psicosocial de Atención de Violencia de Género y Primeros Auxilios Psicosociales, en Bienestar Universitario; la Ventanilla de Atención del Centro de Estudios de Género, y la Sala de Recepción de casos y primeros auxilios psicológicos en la Facultad de Ciencias y Humanidades.
A esto se suma la Política para la Equidad de Género elaborada en el 2007, pero que en el 2022 el Consejo Superior Universitario aprobó su actualización para que la comunidad universitaria conozca y aplique la política. A partir de allí se desarrolló una estrategia de difusión en las 12 facultades y Oficinas Centrales.
Además, se cuenta con un Protocolo de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia, con su respectivo instructivo, la ficha para atender a las personas usuarias. Actualmente se está a la espera de que la Asamblea General Universitaria apruebe el protocolo.
Otro esfuerzo reciente es el desarrollo del IV Congreso de Igualdad y Equidad de Género denominado “Contribuciones y desafíos de la academia a la construcción de espacios igualitarios y libres de violencia hacia las mujeres de la región Centroamericana”
Desarrollo de investigaciones vinculadas a temas de género
Son numerosas las investigaciones presentadas por parte de las primeras maestrandas del Programa de Maestría en Estudios de Género, impartido en la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales.
Aunado a ello también están otras iniciativas desarrolladas, a esto se refirió la MSc. Ángela Rodríguez, docente de la Facultad de Ciencias Económicas, e investigadora de la Red de Investigadoras en Diferenciales de Género, una red que trabaja a nivel iberoamericano.
Explicó que el desarrollo de las investigaciones parte del compromiso de visibilizar las realidades de las mujeres y ofrecer propuestas para la erradicación de la violencia, sin embargo, el trabajo investigativo se dificulta por los recursos limitados y por la necesidad de conciliar el trabajo de docencia con el trabajo adicional, “pero convencidas de que algo hacemos, allí vamos intentando abonar”, dijo Rodríguez.
Una de las propuestas realizada como red fue la investigación sobre “La Universidad de El Salvador como espacio de reproducción de la violencia de género”, un tema que según la académica “no fue bien visto”, pero que en sus resultados se determinó que, “como en todas partes, como en todo el mundo, como en todos los espacios, sí se reproduce la violencia al interior de la universidad y también se dan diferentes expresiones de violencia a partir de esa tipificación que se ha hecho en el marco normativo nacional”.
Frente a una realidad sustentada por la investigación científica, la Maestra Rodríguez aprovechó la oportunidad para reflexionar sobre la importancia de destinar fondos para invertir en la eliminación de la violencia contra la mujer, impulsando acciones que con el tiempo se traduzca en deconstruir relaciones desiguales y opresoras entre hombres y mujeres.
“Al interior de la UES contamos con un ente rector que es el Centro de Estudios de Género, pero no cuenta con un presupuesto etiquetado como tal”, dijo Rodríguez.
Pese a que hay importantes acciones para eliminar la violencia contra las mujeres, y que tienen un impacto significativo en la comunidad universitaria, hay retos que superar, así lo sostiene, tanto las académicas Ángela Rodríguez, Georlene Rivera y el MSc. Danilo Ramírez.
Entre esos retos destacan realizar intervenciones formativas y para la transversalización del enfoque de género en los planes de estudios, la armonización de la normativa interna con la legislación nacional, el fortalecimiento de los procesos de sensibilización en la comunidad universitaria, la participación de mujeres en política y en cargos de dirección, la apuesta al trabajo de masculinidades alternativas, entre otros.