La propuesta de ley de educación superior, presentada por el Ministerio de Educación a la Asamblea Legislativa plantea una serie de modificaciones en relación con la Ley vigente, respecto al financiamiento de la Universidad de El Salvador, la autonomía universitaria, el cambio de unidades valorativas por créditos, las exigencias de posgrados para impartir docencia, y el dominio de un segundo idioma como requisito de graduación, entre otros. Para conocer distintas valoraciones, El Universitario conversó con autoridades de esta casa de estudios sobre la propuesta de ley y sus implicaciones para las instituciones de educación superior, incluida la Universidad de El Salvador.
Ya hemos dado nuestra posición al respecto, originalmente recibimos la noticia a través de las redes sociales, un proyecto de ley que hace 2 o 3 años la Universidad participó de la discusión del mismo pero luego fue archivado y recientemente ha aparecido, el cual difiere del de aquel momento y que a partir de esto el Consejo Superior Universitario (CSU) nombró una comisión, primero que se pronunció, dio la posición de la Universidad respecto a la propuesta de ley.
Esta comisión ha hecho una revisión minuciosa de cada uno de los artículos, que ha llevado a conformar un equipo de juristas especialistas de la Facultad de Jurisprudencia Ciencias Sociales, pero también un trabajo que la comisión había realizado, y ya tenemos los elementos que vamos a presentar a la Asamblea Legislativa como lesivos a los intereses de la universidad, hay algunos aspectos que limitan a esta casa de estudios superiores con más de 183 años de existencia y que por supuesto tal cual nos critican tenemos debilidades, pero son más las fortalezas, tomando en cuenta que hemos contribuido a lo largo de la historia de este país, a la solución de problemas sentidos de la sociedad salvadoreña.
Menciono algunos elementos lesivos, por ejemplo, habla la propuesta de ley que el presupuesto que se le dará a la Universidad de El Salvador dependerá de la disponibilidad financiera del gobierno, cosa que contraría el artículo 61 de la Constitución de la República que dice que la Universidad de El Salvador debe de tener un presupuesto para su funcionamiento y que además debe ser autónoma en lo académico, en lo administrativo en lo docente, en lo técnico, hoy desaparece. Es más, hago referencia al hecho que cuando el actual vicepresidente promovía la reforma a la Constitución platicamos con él y establecimos como una situación necesaria para la Universidad que se definiera en la Constitución un porcentaje y si se revisa la propuesta que le presentó al presidente Bukele dice por lo menos el 3%, la Universidad de El Salvador y las universidades del Estado deben de tener por lo menos el 3% (del presupuesto nacional) deben de gozar de autonomía en todo lo que he descrito.
Yo decía en una entrevista, hace unos días, que a lo mejor quienes escribieron esa propuesta son profesionales que no se han graduado de esta Universidad, que tienen cierto nivel de contradicción con la Universidad de El Salvador, pero que estamos nosotros listos para presentar, en su momento, nuestras observaciones.
Asimismo, se nos elimina del Consejo de Educación Superior y nos ponen a competir con las universidades estatales cuando en la ley actual se establece que la Universidad por derecho público tiene un representante propietario y un suplente.
En la Asamblea Legislativa que recién finalizó se aprobó la Ley de creación de la Autoridad Salvadoreña del Agua, a partir del planteamiento técnico científico que la universidad hizo en su momento a la Asamblea Legislativa, insisto, la Asamblea que finalizó recientemente 2021- 2024, planteó que en esa Junta Directiva debería de haber un representante propietario y un suplente (de la UES).
Más recientemente se creó un espacio que sustituye a la Dirección de Medicamentos en donde nos mandaron a pedir que enviáramos un representante propietario y un suplente. No entendemos cómo en la Ley de Educación Superior, que la Universidad de El Salvador tiene historia en esa dinámica, se nos elimine de la misma. Creemos que debe corregirse, por supuesto hemos formulado una carta para que se nos dé audiencia en la comisión correspondiente, hacer la exposición y presentación de los puntos como deben quedar redactados en la nueva ley.
La génesis de esta propuesta de ley presentada en la Asamblea Legislativa, tal y como está configurada en este momento se desarrolló en una forma inconsulta, se venía trabajando una propuesta de reforma a la Ley de Educación Superior con las consultas de todas las instituciones de educación superior del país, universidades privadas y la Universidad de El Salvador la cual iba tomando forma. Cuando surge esta propuesta para todas las instituciones sin excepción, fue una sorpresa principalmente en los aspectos que toca en términos medulares a las instituciones y no solamente a la Universidad de El Salvador, que creo que es la más afectada, sino también afecta todo el sistema educativo superior.
En cuanto a los daños, en particular para la Universidad de El Salvador se trata como se ha mencionado de invisibilizarla, es decir, aquel rol protagónico que la ley actual le genera en términos de la representación en el Consejo de Educación Superior en el cual tenemos una representación establecida en ley, ahora lo convierte en que van a haber dos representantes de instituciones educativas estatales, pero no garantiza en ningún momento que la Universidad forme parte de este consejo directamente. Parece ilógico que en otras instancias como por ejemplo la Autoridad Salvadoreña del Agua, la ley de recursos hídricos establece que en la junta directiva de la autoridad haya una representación de la Universidad de El Salvador, así también en el área de la Dirección Nacional de Medicamentos define que en el consejo directivo haya una representación de la Universidad de El Salvador, y entonces parece ilógico que en el área de la educación superior no se defina con claridad que la Universidad debe de tener una representación directa.
Otra regulación que violenta su autonomía es en el área docente de la formación. En este momento la ley establece que la Universidad de El Salvador cuando hace sus propios planes de estudio basados en su autonomía académica y lo que hace ante el Ministerio de Educación es ir a registrar los planes de estudio. Ahora no, ya la autonomía que tenemos de podernos autorregular en el aspecto docente va implicar no solamente registrarse, sino también que vamos a tener que sacar el beneplácito de las autoridades de educación superior para ver si nos aprueban los planes de estudio, eso no sucede en ninguna parte del mundo, hasta el momento la autonomía de las universidades se basa en eso.
Uno de los aspectos positivos que le veo a esta propuesta es que tiende a generar las condiciones para llegar a la excelencia académica a través de los procesos de acreditación, pero se ve corta cuando establece que debemos de acreditarnos ante una agencia de acreditación estatal, algo que tampoco llega a los estándares de calidad que otras universidades a nivel centroamericano poseen como universidades de Costa Rica, Guatemala, inclusive de Nicaragua que se acreditan ante agencias de acreditación internacional, o regional al menos. Es un paso positivo, pero hay que recordar también que los procesos de acreditación conllevan una evaluación conforme a estándares de calidad, para esto se requiere también inversión, o sea accesibilidad en todos los aspectos, mejora académica, formación docente, etc.
Eso es uno de los aspectos positivos, que si se requiere una actualización de la normativa que regule la educación superior en el país, pero tampoco se puede hacer de carácter inconsulta y eso es lo que hemos manifestado como universidad y por eso se ha pedido audiencia a la comisión correspondiente de la Asamblea Legislativa, creo que hasta este momento no ha habido respuesta para que se nos permita hacer los planteamientos en la vía correcta y se genere una propuesta o tengamos una ley que sí en realidad mejore el proceso de nuestros profesionales a nivel de país.
En la otra vía, nos exigen cumplir requisitos pero para el cumplimiento se requiere presupuesto, si me dicen como uno de los estándares, al menos el 25% de la planta docente debe de tener grado de maestría o doctorado y si no lo cumplimos esto va a requerir un plan de formación docente para cumplir los requisitos establecidos, pero para el proceso de formación docente vamos a requerir un incremento en el presupuesto, entonces de quién va a ser la responsabilidad de que no cumplamos los requisitos establecidos en esta instancia de acreditación, va a ser responsabilidad directa de la universidad pública o es responsabilidad directa del Estado de no proveer los recursos mínimos necesarios.
En realidad en los últimos 40 años ningún gobierno le ha hecho una apuesta a la educación superior en el país. Voy a traer a colación dos apuestas grandes que conozco de primera mano: el Tecnológico de Costa Rica y la Universidad San Carlos de Guatemala, ellos hicieron una apuesta enorme a la formación docente…si no me equivoco fueron $50 millones para la formación docente, la misma institución le proveía los recursos mínimos necesarios, o una beca y mandaron grupos grandes a formarse en el exterior, eso en el transcurso del tiempo llevó a estas universidades a que casi todos sus docentes tienen como mínimo el grado de maestría y por lo general tienen el PhD. ¿Cuánto requeriría la Universidad para cumplir los requisitos mínimos que esta ley está demandando? es de hacer las estimaciones, pero la otra pregunta es ¿Va haber una apuesta de forma gubernamental que permita llegar a cumplir los requisitos? Creo que todos los docentes estamos en la vía de la formación continua, pero para la formación se requiere inversión.
Ahora con los recortes de presupuesto, las movilidades docentes para sacar cursos de especializaciones se han acortado y estamos maniatados con relación al presupuesto, ¿Qué podemos hacer? exigir, queremos cumplir, no creo que exista alguien que venga y diga que no se quiere seguir formando, pero para seguirse formando se requiere de recursos y esa es la dualidad en ambas vías. Nos exigen, queremos cumplir y para poder cumplir requerimos presupuesto.
De aprobarse el proyecto de Ley de Educación Superior presentado por el Ministerio de Educación, afectaría en una diversidad de situaciones tanto económicas, financieras que es la de mayor sensibilidad, pero tampoco podemos dejar aparte que afecta en la propuesta curricular, en la política educativa que tiene la Universidad de El Salvador en estos momentos. No cabe la menor duda que tenemos que revisar nuestras propuestas curriculares, nuestros planes de estudio para poder readecuar y actualizar la propuesta educativa que la Universidad El Salvador tiene, pero sí vamos a hablar en la parte académica las exigencias que (la propuesta de ley) tiene con respecto a los créditos académicos quedan muy difusos porque habla de 25 créditos y no se tiene claro cómo se van a repartir esos créditos académicos con respecto a las horas clases, asesorías, tutorías y a los trabajos ex aulas.
Una afectación bastante importante que tenemos es cuando se habla de que cuando el estudiante se gradúe de una licenciatura tiene que tener un manejo de un segundo idioma, al pedir esto se está dejando en evidencia el aprendizaje que la juventud lleva a la educación superior, especialmente aquellos jóvenes que se gradúan de su bachillerato en el sector público, porque el sector público es el que está totalmente descuidado con respecto a la especialidad del idioma inglés. Podríamos decir una cantidad enorme de situaciones que afectarían no a la Universidad El Salvador, sino el conglomerado estudiantil que acoge la Universidad El Salvador, porque teniendo en cuenta que vienen de comunidades y distritos totalmente pobres, lo que antes eran municipios y que están en extrema pobreza y siguen estando en extrema pobreza, aún convirtiéndose en distrito, se les va cerrando la oportunidad de desarrollo, de una profesión, de que la juventud tenga una posibilidad de estudio de educación superior, esas exigencias les vedan sus aspiraciones(…) Podríamos hablar de la planta docente. Cuando nos habla de una planta docente hora clase, nos dejan muy descuidados. La educación superior necesita un alto porcentaje de profesores a tiempo completo en las instituciones de educación superior, específicamente en la Universidad de El Salvador.
Este proyecto de Ley de Educación Superior me deja un sabor agridulce, a mi juicio contiene algunos elementos positivos, podría mencionar dos: establecer el sistema de créditos, es necesario superar el sistema de unidades valorativas y con el sistema de créditos se beneficiaría a los estudiantes, facilitaría el desarrollo de programas de intercambio, movilidad académica, la acreditación profesional y la educación continua, ya que los créditos obtenidos por un estudiante en una universidad puedan ser reconocidos y transferidos en otra.
Otro elemento positivo es la titulación conjunta entre universidades, podría abrir puertas a mejores oportunidades laborales a nuestros egresados, acceso a más recursos educacionales y si la doble titulación es con universidades extranjeras, obtener experiencias multiculturales.
Otros elementos, como que las instituciones tengan un programa de desarrollo profesional de su personal, que el docente tenga un grado superior al programa académico en el que se desempeña, son positivos, pero también caemos en el tema de recursos, así puedo mencionar otros elementos de la propuesta de ley que son positivos pero que implican recursos y que es preocupante el hecho que no se establezca claramente en este proyecto la obligación constitucional que tiene el Estado hacia asignarle a la Universidad de El Salvador los recursos que se requieren, de ahí que acompaño la posición institucional de la Universidad que tiene que ser escuchada, que tiene que ser un proyecto consultado por todos los actores involucrados de la educación superior, que se tomen en cuenta sus observaciones y propuestas al proyecto de ley.
No está claro tampoco la gradualidad y progresividad en la aplicación de la Ley… Es importante la gradualidad en su aplicación porque impone nuevas obligaciones a todas las IES y no sé si las IES tengan la capacidad de adecuar su funcionamiento al plazo de 2 años que la ley da. Hablando de la Universidad de El Salvador, creo que el proyecto de ley de educación superior debe reconocer la importancia estratégica que tiene la Universidad en la educación superior, el aporte científico, técnico, social y político que ha hecho en casi 200 años de existencia… En 1983 el constituyente reconociendo el rol histórico de la Universidad reitera la autonomía de la Universidad y la sujeta a un régimen jurídico especial, eso lo debe de considerar este proyecto y no lo hace. Este proyecto quiere meter a la Universidad de El Salvador en el mismo ordenamiento jurídico del resto de IES…
Debe decir de forma clara este proyecto, en reconocimiento a nuestra autonomía, que la Universidad de El Salvador se seguirá rigiendo en cuanto a su organización y funcionamiento por nuestra Ley Orgánica; reconocer la representatividad que tiene la Universidad en los organismos de educación superior y este proyecto de Ley nos elimina esa representatividad.
El proyecto, en el marco de nuestra autonomía académica, debe de reconocernos la libertad de acreditar nuestro planes o programas según nosotros consideramos conveniente porque no estamos en contra de acreditarnos, la acreditación la podemos hacer a nivel nacional regional o internacional como la que tenemos con HCÉRES…y no obligar a una acreditación nacional, al final quién nos va a acreditar a nosotros como Universidad de El Salvador, pareciera ser que van a ser otros sujetos con los que de pronto competimos, algún sesgo podrían tener.
En cuanto a la facultad sancionatoria que le reconocen al Consejo Nacional de Educación que va a poder sancionar a las universidades que no cumplan y cuando dice IES está hablando también de nosotros como Universidad. Pensemos en el extremo, en la máxima sanción de cancelar a la IES, la misma propuesta de ley dice que las instituciones que se cancelen se cancelarían de la misma forma que fueron creadas por medio del mismo instrumento jurídico que la creó y nosotros fuimos creados junto con el Estado…tenemos creación constitucional.
La exigencia de profesores que para dar clases deben de tener posgrado suena bien, el problema es que no es real porque en nuestro país no hay suficientes profesionales que tengan posgrados. Hay una cantidad de situaciones que la ley plantea a la que hay que prestarle atención. Por ejemplo, que el proyecto de ley nos reconozca nuestra capacidad de autogobernarnos, la segunda es que el proyecto de ley de educación superior fortalezca presupuestariamente a la Universidad. Si le vamos a apostar al desarrollo económico, como dijo el señor presidente el sábado, es importante la profesionalización y la tecnificación de la mano de obra que empuja el aparato productivo y de aquí salen muchísimos profesionales que se insertan en esos aparatos productivos, mientras más preparados, más tecnificados estén, serán más productivos, habrá una mejor situación económica. No se puede desarrollar económicamente al país, si no se tiene como estrategia el apoyo a la educación superior.
Después de que conocimos el anteproyecto de ley presentado por el señor ministro de Educación ante la Asamblea Legislativa. por supuesto que nos llena de mucha preocupación como universitarios. La Universidad de El Salvador fue fundada el 16 de febrero de 1841. Justo en la misma época con apenas 15 días de diferencia que se fundó la República de El Salvador, o sea la Universidad El Salvador es tan antigua de haberse constituido como la República de El Salvador.
El actual proyecto de educación superior estos aspectos que se mencionan en el artículo 61 de la Constitución no se ven reflejados en este proyecto. La autonomía de la Universidad del Salvador será prácticamente trasladada a nivel de contraloría que va a tener directamente el Ministerio de Educación, porque ahí establece que se va a rendir cuentas al ente rector que en este caso es el ministro de Educación. También se establece en el nuevo proyecto de ley que todas las instituciones de educación superior deben de ser acreditadas ante el ente rector, y ahí es donde nosotros tenemos la situación que como Universidad El Salvador debemos de ser un referente para que el resto de universidades puedan acreditarse.
Entonces, no es que la Universidad de El Salvador no vaya a querer acreditarse lo que pasa es que constitucionalmente nos dice que gozamos de autonomía en los aspectos docente, administrativo y económico. En la actual ley vigente lo que se hace es que el Consejo Superior Universitario (CSU) de la Universidad de El Salvador, siendo el máximo organismo normativo administrativo en lo financiero y en lo académico, el Consejo Superior Universitario, por mandato de la Ley Orgánica, cumple sus funciones, se aprueban los planes, programas de estudio y estos se notifican al Ministerio de Educación para su respectivo registro.
En el proyecto de ley que ahora se tiene debe hacerse todo un proceso para que esto se pueda dar. Entonces ya no va a tener autonomía la Universidad de El Salvador en lo académico, no va a tener autonomía en lo administrativo y ahora se está viendo también que en lo financiero todo dependerá de lo que el gobierno puede asignar presupuestariamente al Ministerio de Educación para que el Ministerio de Educación regule los aspectos financieros. Se establece que hay que rendir cuentas al Ministerio de Educación, pero si lo hacemos ante la Corte de Cuentas de la República.
Esos son los riesgos que como universitarios vemos, que al aprobarse el proyecto cómo está, prácticamente de una sola vez podría reformarse la Constitución y reformar el artículo 61 para que desaparezca la autonomía de la Universidad de El Salvador. Eso sería como negar el hecho de la existencia histórica de los 183 años que tiene la Universidad El Salvador, en la que se han formado miles de miles de miles de ciudadanos salvadoreños, incluso de otros países de la región… Aquí hemos formado a profesionales que incluso han llegado a estar en puestos de gobierno importantes y trascendentales en el desarrollo social, político y económico de este país.
Esa es la principal preocupación que tenemos, nos deberían de dar la oportunidad de dar nuestra opinión, de aportar al nuevo proyecto de educación superior. La Universidad de El Salvador sigue gozando de autonomía en los aspectos académicos, en los aspectos administrativos, porque también hay una situación preocupante, se establece que para poder ejercer la docencia debe, por un lado, acreditar una experiencia acumulada de por lo menos 5 años, poseer un título de maestría o de doctorado, dependiendo del nivel en que se vayan a impartir las cátedras.
La Universidad de El Salvador cuenta con una planta docente de más de 2 mil profesionales que ejercemos la docencia al servicio de más de 60 mil estudiantes en este momento, pero no se sabe de aquellos compañeros que, si la ley es aprobada, si van a tener la oportunidad y un tiempo prudencial o se le va a dar el financiamiento o apoyo para que pueda formarse académicamente y tener el grado que se va a exigir para ejercer la formación de otros.
Eso significa que, si la ley no lo contempla podría ser de que de la noche a la mañana alguien que tiene 12 o 20 años y solo ha tenido el grado académico que la actual ley lo establece, que para poder ejercer la docencia debe tener como mínimo el grado académico del cual está formando, pero en el proyecto nuevo no se establece de esa manera, entonces qué va a suceder con estos compañeros, de la noche a la mañana se les va a decir ya no es usted apto para ejercer la docencia y se le da una carta de despido, qué es lo que va a pasar, eso nos preocupa, porque debemos de estar en sintonía con esas nuevas demandas.
Aparte de eso, también hay cosas positivas en el proyecto de ley, que compartimos al interior de la Universidad de El Salvador en los análisis que hemos hecho, pero son más los aspectos negativos que vemos para la institución como Universidad de El Salvador que los aspectos que se puedan ver como positivos.
Uno de los casos que también nos preocupa es que siempre se deja a la Universidad de El Salvador dentro de las instituciones de carácter público con el mismo nivel de participación en la toma de decisiones que el resto de universidades privadas, si tenemos 23 universidades privadas y probablemente aparezcan unas más y tienen el mismo poder de decisión que la Universidad de El Salvador. Es decir, las universidades privadas fácilmente pueden ponerse de acuerdo y estar de acuerdo en conformar el comité, un organismo de contraloría, un organismo de dirección a nivel de Ministerio de Educación y ellos tomar la decisión con las candidaturas que van a apoyar y la Universidad de El Salvador se vería como hasta hoy lo ha sido, relegada, porque es un voto el que tiene cada una de las instituciones sean públicas o privadas, entonces, eso nos deja en una desventaja. La Universidad de El Salvador es la única institución pública más antigua de la República, pero recientemente se ha autorizado el Instituto de Formación Superior en la Escuela Nacional de Agricultura, entrarían en las instituciones de carácter público, se tiene la Escuela Militar que recibe financiamiento del Estado y entra como institución pública, que significa ahí, que en las universidades de carácter público la Universidad de El Salvador ya quedó 2 a 1.
Son situaciones que debemos analizarlas antes de aprobar un nuevo proyecto de ley, no por rescatar o beneficiar a la Universidad de El Salvador, sino por la historia que hemos construido juntos con esta República, repito son 183 años de historia de la República de El Salvador, como 183 años de historia de la Universidad de El Salvador como universidad pública.
Sí podemos decir que hemos dado pasos agigantados en los aspectos económicos, administrativos, siendo la Universidad de El Salvador la única institución de este país donde la educación superior es gratuita para todo el estudiantado, provenga de donde provenga. Aquí está exonerado de pago de matrícula y escolaridad, pero vamos construyendo un proceso de desarrollo juntos, el gobierno por supuesto haciendo su parte como nosotros al interior en la Universidad haciendo nuestra parte.
Esos son algunos aspectos que habría que rescatar en un análisis y hemos considerado desde la visión de nuestro rector, el Mtro. Juan Rosa Quintanilla, el acompañamiento con el Consejo Superior Universitario y la Asamblea General Universitaria a pedir que se nos dé un espacio de participación para el análisis y hacer nuestras propuestas que pueden venir a enriquecer el actual proyecto que se ha presentado. Esa es la posición de este servidor esperando que realmente se nos dé la oportunidad de dar opiniones al respecto y sustentados por supuesto con el principio de la Constitución de la República.