Una de las funciones principales de la Universidad de El Salvador es la investigación científica. A cargo de esta tarea hay docentes y estudiantes, que trabajan en diferentes laboratorios, centros e institutos. Uno de ellos es el Laboratorio de Toxinas Marinas (LABTOX-UES) que monitorea sistemáticamente aguas continentales y costeras, para determinar irregularidades que puedan tener consecuencias en los ecosistemas o en la salud de la población que se alimenta de ellos.
El último monitoreo que realizó LABTOX-UES fue el 19 de julio, en el Lago de Coatepeque.
Con la colaboración del personal técnico de la Fundación Coatepeque, se recolectaron muestras de agua de cinco estaciones. El resultado para los investigadores fue preocupante.
«Se detectó proliferación de cianobacterias causada por Microcystis cf. wesenbergii, Microcystis cf. aeruginosa y Limnoraphis cf. birgei. que alcanzan valores promedios >100,000 cel/mL», dice el maestro Óscar Amaya, un docente que está al frente de esta investigación, junto con el equipo de LABTOX-UES.
Según los valores guía de la OMS, «las concentraciones encontradas representan un nivel de riesgo moderado/alto para aguas recreacionales durante la fecha de muestreo», se lee en el informe entregado por la analista Jeniffer Guerra, el pasado 26 de julio (INF-22-09).
Los científicos universitarios recomiendan «continuar con el monitoreo de cianobacterias en todo el lago de Coatepeque para registrar su comportamiento espacial y temporal».
Anteriormente ya se había registrado este fenómeno de proliferación de cianobacterias en el Lago de Coatepeque, el 14 de abril y 3 de mayo del 2022.
Puede leer el
INF_22_09_Proliferacion_de_cianobacterias_Lago_de_Coatepeque_LABTOX