El martes 11de agosto en horas de la madrugada dejó de existir una de las personalidades más preclaras y paradigmáticas de la Universidad de El Salvador, el exrector Luis Argueta Antillón, quien resume en su hoja de vida buena parte de la historia de esta casa de estudios.
Nos referimos a esa trágica historia vivida por nuestra Alma Mater durante las dictaduras militares, que tuvo vivencias dramáticas como las intervenciones militares de julio de 1972, junio de 1980 y noviembre de 1989, así como las masacres perpetradas contra las manifestaciones de indefensos estudiantes que protestaban teniendo como únicas armas sus libros y que fueron masacrados, entre otras fechas, el 30 de julio de 1975 y durante las brutales intervenciones del Ejército al campus universitario.
En todos estos episodios luctuosos se distinguió la figura del Doctor Argueta Antillón, bien fuera como rector o como docente universitario, acompañando a los estudiantes en sus protestas o exigiendo con energía a los esbirros militares en las puertas de las cárceles del país, la libertad de los universitarios capturados o desaparecidos.
Fue un académico valiente, de temple forjado en la lucha revolucionaria y sin embargo de una humildad y una sencillez ejemplar a pesar de los altos cargos que ostentó.
Quizás por ello llegó a convertirse en un hombre de consenso, querido y respetado por tirios y troyanos en nuestra comunidad universitaria y fuera de ella, lo cual posibilitó, por ejemplo, que el Consejo Superior Universitario lo nombrase rector interino de octubre de 2015 a febrero de 2017 para implementar la transición democrática y transparente de la rectoría de la Universidad de El Salvador al Maestro Roger Arias Alvarado.
Nacido en San Miguel Tepezontes en 1932, el Dr. Luis Argueta Antillón tenía unos orígenes humildes, llegó a fines de la década de los años cincuenta al antiguo edificio de la UES ubicado en el centro histórico fungiendo como ordenanza al tiempo que realizó exitosamente sus estudios de ciencias económicas. Se convirtió en un académico de prestigio como lo demuestran sus libros La economía salvadoreña en 1984: algunos elementos de análisis, o Problemas de Población Educación y Desarrollo en El Salvador, publicado por Editorial Universitaria en 2012.
Entre los innumerables reconocimientos recibidos destacan un Doctorado Honoris Causa por la Universidad Simón Bolívar de Colombia, Doctorado Honoris Causa por la Organización de las Américas para la Excelencia y Ética Educativa ODAE, Reconocimiento del Consejo Superior Universitario Centroamericano CSUCA, por su aporte al Desarrollo de la Educación Superior en Centroamérica, Economista del año y Economista Distinguido, del Colegio de Profesionales en Ciencias Económicas –COLPROCE.
Al momento de su deceso fungía como Magistrado del Tribunal de Ética Gubernamental para el período 2017-2022.
Comprometido con las causas progresistas de El Salvador y del mundo, su vida es el resumen del lema de combate universitario, “Estudio y Lucha”.
La Universidad de El Salvador está de luto por la pérdida de uno de sus más ejemplares hijos. Nuestro mejor homenaje es continuar la lucha que tanto él como muchos universitarios salvadoreños iniciaron para lograr un país democrático, con igualdad social y económica, donde reine la justicia, la paz y la armonía.
¡HASTA SIEMPRE, CAMARADA LUCHO!
“HACIA LA LIBERTAD POR LA CULTURA”
UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR
Un Gran hombre que vivió De forma incondicional para la UES y un Orgullo como Padre …. mi Padre.