La Dra. Vianney Castañeda Monroy, investigadora asociada del Centro de Investigación y Desarrollo en Salud (CENSALUD) de la Universidad de El Salvador, participará junto a un equipo multidisciplinario en un taller del Instituto de Investigación Trasnacional de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Carolina del Sur. En este encuentro, Castañeda Monroy presentará los avances de su línea de investigación sobre el enfoque ecosistémico y funcional del cacao salvadoreño para la prevención de enfermedades transmitidas por vectores y enfermedades no transmisibles.
Esta colaboración surge a raíz de un proyecto de cooperación iniciado en 2022 entre CENSALUD y la Universidad de Carolina del Sur, luego de que el coinvestigador Stanley Rodríguez estableciera contactos durante un congreso en México con la Ph.D Melissa Nolan, directora del Instituto anfitrión, quien mostró interés en ampliar la cooperación tras una visita a El Salvador el año pasado.
Castañeda Monroy explicó que su motivación para investigar las propiedades del cacao proviene de experiencias previas trabajando en la estrategia de mejora de viviendas en zonas endémicas de la enfermedad de Chagas. A pesar de reducir la presencia del vector en los hogares, este sigue presente en los alrededores debido a perturbaciones ambientales.
«Apostarle al cacao era una muy buena opción porque tiene que sembrarse bajo sistemas agroforestales, hay que generar bosque y eso es lo que buscábamos», señaló la investigadora. El cacao posee cerca de 20,000 compuestos químicos, muchos con propiedades nutricionales y efectos antiinflamatorios que podrían prevenir enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, enfermedad renal crónica, de causas no conocidas».
Desde la selección de árboles élite hasta la elaboración de derivados, CENSALUD desarrolla un proceso enfocado en conservar los compuestos funcionales del cacao. «La idea es que el usuario final reciba ese beneficio al consumir el alimento, bombón o medicamento», agregó Castañeda.
Un enfoque ecosistémico integrado es clave, ya que mejora los entornos perturbados, reduce nichos para vectores y fomenta el control biológico a través de la diversidad de los más de diez agentes polinizadores que contiene el cacao. Además, las investigaciones hechas en CENSALUD han logrado certificar la genética y calidad del cacao, y así los productores pueden acceder a mercados especializados que pagan mejores precios.
La investigadora destaca que su labor impacta la salud pública al generar evidencia para decisiones políticas frente a problemas como la resistencia a antibióticos y el cambio climático, que amplía las zonas de enfermedades vectoriales.
CENSALUD apunta a consolidar una «finca modelo» de cacao para iniciar un clúster agroindustrial que aproveche los derivados del fruto. Castañeda Monroy aspira también a establecer una empresa de base tecnológica (spin-off) enfocada en cacao funcional.