Por Mónica Torres/Fotografías cortesía Área de Comunicaciones CENSALUD, Renato Jaén
El Laboratorio de Entomología de Vectores, que pertenece al Centro de Investigaciones y Desarrollo en Salud (CENSALUD), ha desarrollado diversos estudios sobre enfermedades relacionadas a la picadura del zancudo, con el objetivo de estudiar posibles soluciones para controlar el esparcimiento de enfermedades en el país.
Los trabajos investigativos relacionados a las enfermedades causadas por insectos, han sido objeto de estudio desde la fundación del Centro, la enfermedad de Chagas fue la primera que se investigó, con la meta de darle importancia a un padecimiento con poca atención desde el sistema de salud.
A través de una entrevista realizada en la Radio Universitaria YSUES, la Licenciada y encargada del Laboratorio de Entomología, Ana Miriam González, brindó detalles sobre los proyectos de investigación orientados a las enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes aegypti.
‘’Tenemos una investigación sobre su ciclo gonadotrófico, con este estudio buscamos conocer el periodo de desarrollo de los ovarios, y evaluar la dosis de sangre que necesita para madurar sus óvulos y así, poder identificar la cantidad de huevos que pone y su relación con la cantidad de sangre que necesita’’ mencionó la Licenciada, sobre los avances que tiene la investigación que esta ejecutando.
Según González, estos resultados pueden aportar a nuevos métodos para el control de esta especie, paralelamente a los estudios actuales, están desarrollando pruebas larvicidas con geranio, una planta exterior que se caracteriza por sus flores de colores vivos, y que puede ser una alternativa a los venenos que ya se conocen.
Las pruebas consisten en usar aceites provenientes de la planta y se aplica el activo a un número de larvas, posteriormente se observa la cantidad de larvas que fueron eliminadas en un período de 24 horas y después de 48 horas de la aplicación, se toman notas y se repite el mismo procedimiento de 4 a 6 veces.
Además, agrega que hay una tesis en ejecución, donde propone utilizar plantas con alta estabilidad química con acción insecticida, «trabajamos con extractos etanólicos de hoja y tallo de una planta conocida por su nombre científico como Trichilia havanensis, se ha identificado que esta planta tiene actividad larvicida, y se busca una alternativa que no afecte ni al medio ambiente ni a la vida humana».
El estudio de los vectores contribuye a dar medidas de mitigación al servicio de la población salvadoreña, según palabras de la encargada del laboratorio, y brinda métodos y técnicas para los profesionales de la salud que se dediquen a esta área, con el añadido de ser una medida de bajo costo.
Para cerrar su participación, González agregó algunas recomendaciones para evitar la propagación de las enfermedades del mosquito transmisor, sugiere evitar aguas estancadas, lavar las pilas, mantener árboles sin acumulación de agua y tapar recipientes con agua.