Por: Melvin Beltrán
Como parte del proyecto de estudio de 2 sitios Ramsar en El Salvador, el Laboratorio de Toxinas Marinas (LABTOX-UES) realizó el pasado 23 de agosto una campaña de recolección de muestras de sedimentos y de aguas en el Embalse Cerrón Grande.
El Maestro Óscar Amaya, director del LABTOX-UES, mencionó que el estudio está orientado a conocer la historia de la contaminación de cuerpos de agua dulce empleando isótopos radioactivos y en ese sentido, se recolectaron alrededor de 250 muestras de sedimentos para conocer los contaminantes que afectan la represa, principalmente metales pesados, así como para determinar micro plásticos, fungicidas y plaguicidas.
El estudio se realiza en el marco de la visita de la Doctora Carolina Ruiz, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), experta en el área de Geocronología Isotópica del Organismo Internacional de Energía Atómica – OIEA / IAEA quien comparte su experiencia con los investigadores de LABTOX-UES.
La recolección de muestras de la columna sedimentaria, la hicieron utilizando la técnica puschcore, que consiste en enterrar un tubo en este caso PVC y metacrilato, cuyas muestras serán analizadas en LABTOX-UES con la ayuda de radionúclidos naturales, como el plomo 2010, según la Doctora Ruiz, es el elemento base del fechado para realizar el estudio que servirá para hacer la reconstrucción histórica de contaminación en el embalse Cerrón Grande.
En la Campaña de recolección, realizada en coordinación con el Ministerio de Medio Ambiente (MARN), la Unidad Ambiental de la UES y la Alcaldía de Suchitoto, participaron estudiantes de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemática de la UES.
“La capacitación que ellos están recibiendo en este momento les permitirá especializarse en una línea de investigación que está muy poco desarrollada en Latinoamérica, la técnica de plomo 210 existe desde 1963, pero en el primer mundo en países desarrollados”, dijo la Doctora Ruíz y agregó también que “son muy escasos los países que tienen esta capacidad y a mí me alegra mucho que El Salvador se haya decidido a través del Laboratorio de Toxinas Marinas de la UES establecer esta técnica, desarrollarla con el apoyo del Organismo Internacional de Energía Atómica”.