Fotografías: Facultad de Ciencias Agronómicas y CENSALUD
Desde el año 2012 el Centro de Investigación y Desarrollo en Salud (CENSALUD) trabaja en investigar la existencia de superbacterias multirresistentes, con el fin de proveer información que permita tomar medidas adecuadas en la prescripción de antibióticos para aminales de producción, y por consiguiente en tener un impacto positivo en la salud pública.
Esta investigación responde a las líneas de investigación que se desarrollan en el Centro y que van orientadas a la Promoción y prevención de la salud; Salud y medio ambiente; y Seguridad alimentaria y nutricional.
La investigación titulada «Microorganismos multidrogo resistentes de diferentes orígenes» se presentará este miércoles 10 de abril en la Universidad de Carolina del Sur, Estados Unidos, en el marco del Congreso “IIDTR Spring Research Showcase”, en el que la MSc. Amy Morán junto a tres investigadores e investigadoras de la UES presentarán sus proyectos de investigación relacionados con enfermedades infecciosas y la bioprotección del cacao.
La investigadora del Laboratorio de Microbiología y Biotecnología de CENSALUD, MSc. Amy Morán explicó que se inició con la detección de antibióticos en productos alimenticios, seguido de la identificación de microorganismos que generen enfermedades de infecciones bacterianas en animales de producción para consumo humano, y en el área veterinaria; y la detección de microorganismos con perfiles de resistencia antimicrobiana en alimentos.
Para la científica, la importancia de esta investigación es que, según el Programa Ambiental de las Naciones Unidas, se cree que para el año 2050 puede haber más muertes a causa de enfermedades provocadas por bacterias multidrogos resistentes, o también denominado “superbacterias”, que por otras enfermedades como el cáncer o la diabetes.
En un inicio se realizó una investigación sobre los residuos de antibióticos betalactámicos presentes en productos alimenticios, específicamente en leche y queso, de ello se conoció que efectivamente sí había una concentración de antibióticos mayor a lo establecido por el reglamento internacional.
“Eso nos llevó a pensar que, si hay residuos de antibióticos en productos alimenticios, las personas y los animales están siendo expuestos a componentes químicos antimicrobianos que al final van a ser expuestos a las bacterias (productoras de enfermedades) que andan circulando… (y) que pudieran están cambiando sus patrones o sus perfiles de resistencia ante esos antibióticos, y por eso es que empezamos a buscar en los alimentos”, explicó la experta.
En la investigación también se trabajó en identificar microorganismos que generen enfermedades de infecciones bacterianas en alimentos de origen animal, en los animales de producción para consumo humano, y en el área veterinaria.
En esta parte de la investigación se realizó un aislamiento de microorganismos o bacterias presentes en la leche cruda de vacas con mastitis, en el queso y en las manos de las personas que trabajan en la elaboración de queso. Algunos de los microorganismos identificados en el estudio son: Staphylococcus aureus, Escherichia coli y Salmonella.
De ese estudio de conoció que los microorganismos aislados de las manos de quienes manipulan el queso, no tenían la misma resistencia que tenía las bacterias aislada de la leche cruda.
Esta comprobación llevó a la investigadora a considerar que “debido a la alta exposición que tiene el ganado a los antibióticos se están generando diferentes patrones de sensibilidad de las bacterias o de resistencia a antibiótico y por eso es que seguimos investigando si había bacterias con diferentes perfiles de resistencia antimicrobiana”, afirmó Morán.
Estas tres líneas que contiene la investigación se desarrollaron bajo el enfoque de una sola salud, tomando en cuenta la relación directa que existe entre la salud humana, animal, vegetal, y de todo el medio ambiente, “es decir todos afectamos a todos”, afirmó la investigadora.
Con esta evidencia la académica señaló la importancia de potenciar la investigación entre los profesionales de la medicina veterinaria, así como pruebas antibiogramas a fin de identificar qué microorganismo produce la enfermedad y cuál es el antibiótico más adecuado para administrarle al animal.
Para el desarrollo de la investigación se ha contado con la colaboración de profesionales de la Facultad de Ciencias Agronómicas, específicamente con Medicina Veterinaria y la Facultad de Química y Farmacia. Con los resultados obtenidos se espera contar con la colaboración de otras universidades o grupos de investigación con los que se pueda ampliar la temática y generar un impacto positivo en la salud pública.
Fotos: Cortesía Facultad de Ciencias Agronómicas.