Por Víctor Manuel Valle Monterrosa
Entre el 15 y el 17 de noviembre en curso hubo un suceso muy importante para el país y que no ha tenido en los medios y empresas de la comunicación social la relevancia que merece: en la Facultad Multidisciplinaria de Occidente de la Universidad de El Salvador (UES), en Santa Ana, se llevó a cabo el Primer Congreso Internacional de Educación Superior.
El evento fue una actividad conjunta de la UES con la Universidad Nacional de Ciencias Forestales de Honduras (UNACIFOR). Fue un ejemplo de internacionalización de las universidades, como formidable motor de desarrollo y armoniosas relaciones internacionales.
Comentar y analizar la totalidad de un evento de 3 días, de altos quilates académicos, debe ser parte de un informe que los responsables harán para comunicar contenido y proyecciones del Congreso.
En septiembre de 1965 –hace 57 años- la Comisión de Reforma Universitaria de la UES bajo el liderazgo del rector Fabio Castillo Figueroa, con el acompañamiento de muchos ciudadanos, visitó en Santa Ana un predio de unas 15 manzanas, cafetal y espacios arborizados, donde se construiría el Centro Universitario de Occidente, antecesor histórico a la actual Facultad Multidisciplinaria.
Era un sueño que se tenía despierto, una utopía. Concurrían en ese sueño, de manera decisiva, los miembros de la Asociación de Abogados de Occidente, y profesionales patriotas de otras profesiones. Otra lección. La Universidad y la sociedad civil, armonizadas, hacen posible las transformaciones.
Después de esa visita de 1965 no regresé al predio cuna del sueño. Nunca me han atraído las vacuas y vanas candilejas de la propaganda y seguí en mi participación de representante estudiantil en la Comisión de Reforma Universitaria.
Casi 6 décadas mediaron entre mi visita de 1965 y el pasado 15 de noviembre, cuando estuve en la inauguración del Congreso Internacional y lo que presencié me dejó muy bien impresionado y emocionado. El sueño utópico de 1965 se concretó y, sin duda, transformó para bien una realidad. Actualmente esa Facultad atiende una población estudiantil de 10,000 estudiantes en un vibrante y amable campus.
En el Congreso hubo participación de media docena de países representativos de Nuestra América: Argentina, Colombia, Guatemala, Cuba, El Salvador y Honduras. Cerca de 300 participantes académicos de esos países concurrieron a debatir y proponer sobre temas científicos y académicos para mejorar la calidad de las universidades. La Universidad de El Salvador mostró una vez más que por medio de la educación universitaria se pueden construir relaciones internacionales armoniosas.
En la inauguración estuvieron el alcalde de Santa Ana, Gustavo Acevedo, graduado en la Facultad Multidisciplinaria, la diputada por Santa Ana, Lorena Fuentes, el Secretario General del Consejo Superior Universitario Centroamericano, el ex rector de la Universidad de San Carlos, la primada de Centroamérica, Guillermo Alvarado Cerezo, el Rector de UNACIFOR , Emilio Gabriel Esbeith Castellanos, el Vicerrector Académico de la UES, Raúl Azcúnaga, y el Decano de la Facultad Multidisciplinaria, Roberto Sigüenza Campos. El acto fue embellecido con una asombrosa actuación del Ballet Universitario de la UES. Y se avivó la llama de las artes despertando emociones.
La inauguración alimentó, además, una esperanza. La Universidad puede construir sinergias con la sociedad política y, en el caso de la Facultad Multidisciplinaria, se proyectó internacionalmente y mostró que puede ser punto focal de actividades intelectuales de gran calidad.
Encomiable fue la actuación de todo el personal de la Facultad Multidisciplinaria que, con eficacia y mística, apoyaron hasta los detalles la logística del Congreso.
En lo personal quedé muy bien impresionado y comprobé lo que ya es un adagio en las transformaciones sociales: un sueño utópico que se concreta es transformador y la educación, la ciencia y el humanismo son las fuerzas motrices para cambios profundos y revolucionarios que demandan nuestras sociedades aún asoladas por el subdesarrollo.