Por: Roselia Núñez
En El Salvador desde que se decretó cuarentena domiciliar obligatoria el 11 de marzo y hasta el 18 de mayo, 21 mujeres fueron asesinadas, 13 de ellas por sus parejas, así lo denunció el 20 de mayo pasado la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA).
El panorama internacional es muy parecido. En Argentina por ejemplo, 18 mujeres fueron asesinadas en los primeros 20 días de confinamiento, situación que se ha replicado en países como Perú, México, Brasil y Chile por mencionar algunos de Latinoamérica.
Europa y Asia no se alejan de estas cifras, lo que ha dejado en evidencia la ausencia de medidas gubernamentales en beneficio de las mujeres y en atender una realidad histórica que anualmente deja más de 87 mil feminicidios a nivel mundial.
El feminicidio, regulado como delito en la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres, es toda violencia de género extrema contra mujeres y comprende un conjunto de hechos misóginos que implican la violación de derechos humanos, culminando con el asesinato.
La preocupación actual de los gobiernos del mundo por proteger a la población contra la pandemia, ha obligado a las mujeres a quedarse en sus hogares donde muchas veces, conviven con parejas o familiares violentos. Según la Fiscalía General de El Salvador, hasta el 10 de abril un poco más de 200 mujeres habían denunciado haber sufrido violencia de sus parejas. La Procuraduría General la República registraba hasta el 14 de abril, 538 agresiones contra mujeres.
El peligro para las mujeres no solo está en la calle, el «quedarse en casa» para algunas ha significado convivir todo el día con su agresor, recibir ataques cibernéticos o ser testigas en redes sociales y en televisión de la naturalización de la violencia machista, dando paso a lemas como «la violencia machista no está en cuarentena», para recordar al Estado que la violencia contra las mujeres es una pandemia mundial que existe y sigue sin atenderse.
Mientras los gobiernos trabajan contra la propagación del COVID-19 y relegan a último plano, una vez más, la lucha por erradicar la violencia machista, ha sido clave la contraloría y el acompañamiento social y feminista para demandar respuestas de las instituciones responsables de fortalecer los mecanismos para erradicar la discriminación y la violencia contra las mujeres.
Ante esta realidad, la Red Feminista Salvadoreña frente a la Violencia contra las Mujeres (RED-FEM), lanzó el 14 de mayo un mecanismo de auxilio y alerta temprana, denominada APPFEM, una aplicación de descarga gratuita que brinda información sobre servicios de atención social, jurídica, de salud y policial.
La RED-FEM está integrada por la Asociación de Mujeres por la Dignidad y la Vida (Las Dignas), la Asociación Movimiento de Mujeres Mélida Anaya Montes (Las Mélidas) y la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz ORMUSA.