Luego del asesinato del rector Ing. Félix Ulloa, quien promulgó la frase histórica: “La Universidad se niega a morir”, el exilio se intensificó, fueron cuatro años largos donde el alma máter tuvo que buscar espacios para subsistir y continuar la formación de profesionales. Fue gracias al siguiente rector, el valiente Dr. Miguel Ángel Parada que se devolvió el campus en 1984, con instalaciones dañadas y saqueadas, se contabilizaron las pérdidas en más de $30 millones de dólares. Este contexto obligó a la Institución a buscar apoyo de la comunidad internacional para la reconstrucción y equipamiento.
Sin embargo, el campus saqueado era solo uno de los problemas; la UES fue estrangulada presupuestariamente por las dictaduras militares; por lo que también había que pedir apoyo internacional para posicionarse ante las violaciones a derechos de miembros de la comunidad y por la situación financiera. En ese contexto, se creó la Secretaría de Relaciones Internacionales y de Comunicaciones de la Universidad, bajo la dirección del Licenciado Armando Herrera, un corresponsal de la agencia “Notisal” en Managua, Nicaragua.
Fue hasta octubre de 1986, que bajo la nueva rectoría, presidida por el Lic. José Luis Argueta Antillón, que se separan estas unidades y así surge la Secretaría de Comunicaciones, bajo la conducción del Licenciado Roberto Pineda. “El periodismo que hacíamos en la Secretaría era muy agitado, de la nota diaria, hacíamos análisis, buscábamos reflejar a la opinión pública, lo que hacía la UES y lo que estaba pasando en el contexto”, asegura Pineda, quien era amigo del Lic. Herrera que había construido relaciones en el extranjero para apoyar a la UES.
En ese momento, tres estudiantes de quinto año de la Licenciatura en Periodismo contenían las coberturas de la UES: Ana Canizalez, Argentina Velásquez y René Alvarenga. En ese primer momento se potenció El Universitario, que se lanzaba mensualmente, y se crea: Presencia Universitaria, cuyas ediciones eran semanales y cada dos semanas. “Presencia se dedicaba a todas las actividades que hacía la UES, pero luego sacamos ‘Presencia Deportiva’, donde cubrimos el quehacer de los atletas de esta casa de estudios y dimos a conocer ‘Presencia Cultural’, donde fomentamos el desarrollo de grupos literarios y musicales, porque existía una efervescencia de la denuncia desde el arte”, explicó.
Otro formato que se difundió en los campus de la Universidad de El Salvador eran los posters informativos, “La UES era el polo opositor principal a la dictadura militar que existía, (…) por eso nosotros queríamos imprimirle eso a nuestros contenidos, así establecemos nexos con el movimientos popular y social”, recuerda el Lic. Pineda. En esa época, también se impulsó la producción radiofónica con la instauración del programa: “Voz Universitaria”, en Radio Sonora, donde semanalmente se diseminó el quehacer institucional.
El papel político de las publicaciones de la UES era tan fundamental que, desde la Secretaría, se informaba sobre la gestión presupuestaria del Lic. Argueta Antillón y se organizaban las marchas para que a los trabajadores se les pagara; recuerda que “literalmente íbamos a marchar para que depositaran el salario del mes”.
Entre 1986 y 1990, la comunicación de la UES giró en torno a cuatro ejes: La lucha presupuestaria, la lucha por la autonomía, la reconstrucción del campus universitario (destruido por el terremoto y las intervenciones) y la lucha por la paz (la conclusión del conflicto armado). En esa época también, se difundió en fascículos: “Nuestro Tiempo”, que abordaba teoría política, social y económica. La postura de la UES en ese momento era muy crítica pero también bastante prudente y se evitaba caer en lo “propagandístico y panfletario”, porque el alma máter siempre ha tenido clara la función de difundir el pensamiento crítico desde la voz de expertos, científicos e investigadores, asegura Lic. Pineda.
Entre 1986 y 1990, las autoridades tenían el lema: “Por una universidad democrática, popular, libre y humanista” y que contenía un plan de solicitud de posicionamientos de la comunidad internacional sobre la búsqueda de la conclusión del conflicto a través de la paz. Se publicaban: artes gráficos, notas y posters referentes a la necesidad de “buscar una solución política negociada por la paz”, así nace el lema: “UES por la paz”, que acompañó la creación de la Comisión para el Debate Nacional (CPDN).
Asimismo, gracias al trabajo de la Secretaría de Comunicaciones se creó se creó la agencia de noticias “UES Press”, con colaboración de estudiantes de periodismo, quienes informaban del acontecer nacional y las actividades y posicionamientos del alma máter. En ese sentido, el Licenciado Pineda recordó que varias veces fue amenazado de muerte hasta por gobiernos extranjeros que auspiciaron el régimen salvadoreño. “Nosotros sentíamos que teníamos que defender los ideales de una universidad pública y autónoma con pensamiento crítico”, añadió.
Finalmente, Lic. Pineda dijo que en ese momento el espíritu universitario era tan fuerte que la información se buscaba, “nos buscaban artistas, periodistas, de todo, venía gente de San Miguel y Santa Ana para que cubriéramos eventos (…) fue una Secretaría abierta a la comunidad”, dijo. La función que ha cumplido esta entidad fue fundamental para “ese momento”, “La Universidad tenía que ser el ente político crítico de la sociedad (…) en aquel momento existía un sentido de comunidad y de cuerpo, porque uno veía a un universitario fuera de la ‘U’ y le sentías como un hermano, y si faltaba uno dolía”, reflexionó.